Sí, España, otra vez campeona de Europa (88-76)
Se culminó el triple salto mortal. España, el equipo menos favorito de todos los de cierto renombre antes de empezar el campeonato, ganó anoche su cuarta medalla de oro en un Eurobasket al imponerse, de manera incontestable, a una Francia que partía como favorita pero que se torna impotente cada vez que la selección, la España de Scariolo, anda de por medio.
En este punto es cuando uno recuerda un comercial televisivo de hace algunos años en el que su protagonista pregunta casi afirmando, aludiendo a los títulos de Champions League de quien todos sabemos, si ese equipo, el mismo en su versión futbolera de nuestro capitán Rudy Fernández, es de nuevo campeón de Europa. Pues lo mismo cabría decirse de nuestra selección masculina, vencedora de todos los títulos europeos posibles desde 2009 a excepción de los de 2013 y 2017. En definitiva, que España, en efecto, es otra vez campeona de Europa.
EQUIPO, en mayúsculas
Algo que se ha convertido en costumbre, como hemos comprobado, pero que en esta ocasión, en este torneo disputado a caballo entre Tblissi y Berlín, ha adquirido un carácter tremendamente excepcional y épico. Más aún si cabe que el título mundial de 2019 -porque España, como entre 2009 y 2010, vuelve a ser a la vez campeona de Europa y del mundo- ya que, en aquel equipo, si bien es cierto que Navarro ya no estaba y que Pau Gasol estaba lesionado, aún comparecían otros tres supercracks como Ricky Rubio, Sergio Llull y Marc Gasol.
En este caso, nada de eso, porque los dos primeros estaban lesionados y el tercero, como su hermano, se retiró de la selección en 2020. La selección que ha compuesto Sergio Scariolo ha sido, en definitiva, un EQUIPO con todas sus mayúsculas; un bloque de currantes conjuntados en las ventanas de clasificación a los que se han unido dos hermanos que son unos genios -pero que no disponen en la NBA de los minutos que merecen-, un nacionalizado de última hora -que ha sido poco menos que decisivo-… y el «pegamento» de todos los éxitos cosechados desde aquel histórico 2006: don Rodolfo «Rudy» Fernández.
Rudy, el único que tiene en su palmarés los seis oros y las tres medallas olímpicas de esta era de ensueño, erigido ya en gran capitán, no ha sido una mera comparsa a sus 37 años ni se ha limitado a ejercer un papel simplemente de vestuario, para nada. Desde un segundo plano, sus aportaciones en los duelos de eliminación directa han sido vitales para culminar un éxito dedicado, por su parte, a su gran socio en el Real Madrid, el ausente Sergio Llull.
Entre todos, bajo la dirección de un Sergio Scariolo a quien defendí en la previa y a quien postulo, con más razones aún si cabe, como el mejor seleccionador posible para esta época post grandes cracks, han ido evolucionando a lo largo del campeonato hasta adquirir un nivel de conjunción y de confianza culminados anoche con su obra magna en el presente campeonato.
Collet, de nuevo KO ante Scariolo
Vincent Collet, el seleccionador francés, debe estar hasta el ultimísimo pelo de todo su conjunto capilar de España y, particularmente, de Scariolo. Porque, enfrentándose casi cada verano desde el 2009 en el que ambos cogieron a sus combinados nacionales, lo cierto es que Collet únicamente ha conseguido, en eliminatorias, tumbar a España justo durante el período de tiempo en el que Scariolo se ausentó del banquillo español: el Eurobasket 2013 y el infausto, para España, Mundial de 2014.
Es decir, que Scariolo siempre le ha ganado la partida cuando ha habido en juego un pase de ronda o una final. Y casi siempre, de paliza, como por momentos ocurrió anoche. Porque España comenzó, como el mejor Muhammad Alí, repartiendo golpes a diestro y siniestro, maniatando en defensa a los franceses y, en ataque, viendo el aro como una piscina.
En particular, Juancho Hernangómez, elegido MVP del partido, que amargó a nuestros vecinos con 27 puntos en 26 minutos, con 7 de 9 en triples, seis de ellos en la primera mitad. Y, por dentro, su hermano Willy, MVP de todo el torneo y elegido, junto a Lorenzo Brown, en el quinteto inicial. 14+8 rebotes para Willy y 14+11 asistencias para Brown, tal vez la mejor pareja de socios del Eurobasket 2022. Doble doble para el segundo y casi lo mismo para el primero, en el partido más importante del año.
Así, el primer tiempo no fue sino una «master class», un doloroso «dejà vu» para Collet, que veía cómo España le endosaba a los suyos, de nuevo, más de veinte tantos de diferencia en apenas 17 minutos (47-26).
Pero si España ha sido un muro, Francia se erigió, hasta anoche, en el superviviente por excelencia del campeonato. Remontaron ante Turquía en octavos y ante Italia en cuartos cuando ya les daban por eliminados; y esta vez iban a dar la cara.
Ahí empezó a entrar en juego Fournier, que empezó a jugar sus cartas -valga el símil con el creador del histórico diseño de la baraja española de naipes, del mismo apellido- liderando el parcial exprés de 0-11 con el que Francia llegaba con vida al descanso (47-37, min 20).
La reacción «bleu» prosiguió en la continuación. Hombres como Heurtel y Yabusele comenzaron a despertar, y Scariolo se vio obligado a pedir un efectivo tiempo muerto cuando Francia se puso a tres (49-46, min 24). España se reactivó, y de la mano de un tan oportuno como inesperado Jaime Fernández volvió a decir «aquí estamos» con un parcial de 9-0 que enfrió los ánimos de los de Collet.
Los nuestros entraban nueve arriba (66-57) en el cuarto decisivo, con la certeza de que había que seguir concentrados, pero con la sensación de que esto no se escapaba. Ni siquiera cuando, con 68-60, los árbitros se equivocaron al dar final de posesión cuando el tiro a la desesperada de Rudy había tocado el aro y el rebote lo había capturado Garuba.
Scariolo protestó airadamente y se ganó una técnica. Una acción, pese a la razón que le asistía en sus quejas, un tanto evitable… pero que terminó saliendo barata y, diríamos, que favorable para la selección. Porque Scariolo, perro no viejo sino anciano ya en estas lides, logró, con esta técnica tal vez medio provocada, que sus jugadores se espolearan ante la injusticia… y también inducir una cierta mala conciencia en el trío arbitral. Tal y como ha hecho ya otras veces en su dilatadísima carrera en los banquillos.
Porque encima Francia solo aprovechó para anotar el correspondiente tiro libre, errando en la siguiente posesión y, en definitiva, despidiéndose ya del oro porque España ya resultó ser infranqueable. Que Okobo anotaba un triple, respondía Juancho con lo mismo; que lo hacía Fournier, igualmente Alberto Díaz, posiblemente la gran revelación del torneo sobre todo en sus tareas defensivas, pero también mirando al aro cuando falta hacía.
Gran fiesta sobre la pista
El triple del base malagueño colocaba el 85-70 a menos de dos minutos del final, e iniciaba ya la fiesta que luego se vivió sobre el parquet del Mercedes-Benz Arena con la entrega de galardones individuales para los hermanos Hernangómez, con la inclusión de Willy y de Lorenzo Brown en el quinteto ideal, con la entrega de medallas… y, por supuesto, con el alzamiento al aire de la copa por parte del gran capitán, del hombre de oro del baloncesto español, Rudy Fernández.
La cuarta en el palmarés nacional; la cuarta en su palmarés particular… y la cuarta, también, de un Sergio Scariolo que, por si había dudas, es el mejor entrenador posible para esta transición en la que esperan ya para entrar, poco a poco, aquellos que se han hartado de ganar medallas en las categorías inferiores durante este verano. Porque si el presente es triunfal, el futuro se presenta simplemente esplendoroso.
88- ESPAÑA: Brown (14), Jaime Fdez (7), López-Arostegui (-), Pradilla (-), Willy (14) -cinco inicial-, Rudy (7), Brizuela (3), Díaz (8), Juancho (27), Garuba (2), Parra (-) y Saiz (-).
76- Francia: Albicy (1), Fournier (23), Tarpery (4), Yabusele (13), Gobert (6) -cinco inicial-, Okobo (9), Luwawu-Cabarrot (-), Heurtel (16), Poirier (4) y Fall (-).
PARCIALES: 23-14, 24-23, 19-20 y 22-19.
ÁRBITROS: Zurapovic (Bosnia), Krejic (Eslovenia) y Kozlovskis (Letonia). Sin eliminados.
INCIDENCIAS: Final del Eurobasket 2022. Mercedes-Benz Arena (Berlín). 14000 espectadores.
(Imágenes: FIBA Basketball la foto de portada y la foto 1; ACB la foto 2)