Foto Leyma

La RAE (Real Academia Española) define el término «derbi» o «clásico» como aquel encuentro entre dos equipos cuyos seguidores mantienen constante rivalidad, casi siempre por motivos regionales o localistas.

Domingo 16 de marzo a las 12:30 de la mañana, el día D y la hora H en un Coliseum de A Coruña que contará con un lleno absoluto en el primer derbi gallego de su historia en la ACB en tierras coruñesas. El Leyma Coruña llega al que probablemente sea el partido más señalado de la temporada en una situación totalmente crítica: últimos en la clasificación. 5 victorias en 22 jornadas para el equipo dirigido por Diego Epifanio. Nuestros vecinos lucenses, todo lo contrario: 9 victorias y con una racha más que envidiable desde la llegada del nuevo entrenador Luis Casimiro.

Los derbis no entienden de lógica

Todas estas líneas estadísticas ya las conocemos muy bien. El aficionado herculino sabe perfectamente la situación actual y es conocedor de la importancia de ganar el domingo, pero los derbis no entienden de lógica, de estados de forma ni de favoritismos. Se juegan con el corazón, con la cabeza fría en los momentos clave y con la intensidad de quien sabe que no habrá un mañana y que todo se decide ahora. El Leyma Coruña tendrá que afrontar desde el primer verso del himno gallego hasta el pitido final un partido a vida o muerte, que suponga un golpe encima de la mesa y que apele directamente al orgullo y al respeto de un club que ha peleado mucho para estar donde estamos, en la mejor liga de europa.

Este partido no lo juegan solo los cinco que están en la pista, lo juega toda la ciudad. Lo juegan los que han estado en cada victoria y en cada derrota y los que nunca se han rendido. Lo juegan los que veían los partidos en una polideportiva con frío y goteras y los que ahora lo ven desde su butaca en el Coliseum. Lo juega cada niño y cada niña que ha vestido los colores del club desde que tiene uso de razón. Lo juega el que sigue creyendo y también los que sienten con orgullo el naranja en su pecho. Porque este partido no es solo de los jugadores, es de toda la Coruña. El domingo jugamos todos y cuando los corazones laten tan fuertes y unidos, no habrá quien nos pare.

El domingo no hay excusas, no hay segundas oportunidades. Es nuestro momento de demostrar quiénes somos, lo que representamos y hasta dónde somos capaces de llegar. Este es nuestro derbi y lo vamos a ganar.

Foto extraída del Flickr de Basquet Coruña

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