El orgullo de Badalona y el desafío burdeos

1 | 2 | 3 | 4 | T | |
---|---|---|---|---|---|
Penya | 22 | 28 | 12 | 30 | 92 |
Lleida | 16 | 22 | 22 | 12 | 72 |

Joventut de Badalona
92
1 | 2 | 3 | 4 | T | |
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Penya | 22 | 28 | 12 | 30 | 92 |
Lleida | 16 | 22 | 22 | 12 | 72 |
72

Hiopos Llieda

Joventut de Badalona
92
-
72

Hiopos Llieda
-
Q1
22- 16
-
Q2
28- 22
-
Q3
12- 22
-
Q4
30- 12
El baloncesto tiene un lenguaje universal: el del ruido de las zapatillas sobre el parquet, el del eco de un aro golpeado tras un triple fallido, el del rugido de una grada que sabe que cada canasta cuenta. En el Palau Olímpic de Badalona, esta noche, esas notas crearon una sinfonía perfecta. Frente a frente, el gigante Joventut de Badalona y el osado Hiopos Lleida, dos equipos que no solo jugaron un partido, sino que contaron una historia de orgullo, aspiración y resistencia.
La Penya: cómo ser gigante sin perder el alma
Desde el salto inicial, quedó claro que los verdinegros no estaban dispuestos a ceder terreno en su casa. Liderados por un Ante Tomic en estado de gracia —como si su dominio en la pintura fuese tan inevitable como el paso del tiempo—, el Joventut desplegó un juego coral. Sam Dekker, incisivo y letal desde el perímetro, demostró por qué su nombre se repite con respeto en cada previa de la Liga Endesa.
El entrenador Daniel Miret ha sabido construir un equipo que no solo defiende con intensidad, sino que ataca con inteligencia. Cada bloqueo directo, cada pase en el poste bajo parecía diseñado para castigar a un Lleida que luchaba por contener a un coloso. A mitad del segundo cuarto, la Penya ya había construido una ventaja de doble dígito, gracias a su acierto exterior y a la capacidad de Tomic para convertir cada rebote ofensivo en una segunda oportunidad.
Hiopos Lleida: valentía en cada posesión
Pero el Hiopos Lleida no es un equipo que se rinda. Gerard Encuentra, desde la banda, gesticulaba con la energía de quien sabe que en el baloncesto, como en la vida, a veces no basta con ser bueno; hay que ser audaz. Liderados por un Thomas Bropleh incansable y un Oriol Paulí que parece haber encontrado su mejor versión, los leridanos empezaron a remontar.
El momento más simbólico llegó en el tercer cuarto. Con la afición visitante —más de mil seguidores burdeos que no dejaron de animar— coreando cada jugada, Rafa Villar encestó un triple desde la esquina que silenció momentáneamente al Palau. El marcador se estrechaba, y la sensación de que algo épico estaba por suceder se palpaba en el aire.
El último cuarto fue una lucha encarnizada. Cada ataque era una guerra, cada defensa, un acto de supervivencia. El Lleida, fiel a su estilo, buscó transiciones rápidas y se apoyó en su capacidad para recuperar balones. Pero el Joventut, con su experiencia y temple, resistió.
Fue entonces cuando Oriol Paulí, tuvo su momento, pero el triple no entró cuando el marcador estaba 72-68, con el balón en sus manos intentó la canasta que hubiera acercado a un sólo punto a los burdeos, pero pareció desencadenar el vendaval Kassius Robertson que se alzó hasta los 29 puntos para sellar una defensa del Palau que arrancó los aplausos de todo el estadio.
Con un resultado final de 92-72, el Joventut certificó su victoria. Pero el Hiopos Lleida dejó claro que no es solo un equipo recién ascendido; es una declaración de intenciones. Cada vez que pisan la cancha, desafían las expectativas, recordándonos que el deporte, como la vida, es de los valientes.
La Liga Endesa es un campo de batalla donde gigantes y soñadores coexisten, y este partido fue una prueba de ello. La Penya reafirma su lugar entre los grandes, pero el Hiopos Lleida deja una lección: nunca subestimes a quien juega con el corazón.
Mientras las luces del Palau se apagaban y los seguidores burdeos emprendían el camino de vuelta a Lleida, una cosa quedó clara: el baloncesto no entiende de presupuestos ni de trayectorias; entiende de pasión. Y esta noche, en Badalona, esa pasión brilló como pocas veces.
Esto es baloncesto, esto es la Liga Endesa.
92– Joventut (22+28+12+30): Devon Dotson (16), Miye Oni, Adam Hanga, Sam Dekker (15), Ante Tomic (14) -cinco inicial-, Guillem Vives (6), Kassius Robertson (29), Yannick Kraag (4), Artem Pustovyi (8) y Pau Ribas.
72- Hiopos Lleida (16+22+22+12): Rafa Villar (6), Kenny Hasbrouck (6), Oriol Paulí (14), Edo Muric (7), Chevez Goodwin (6) -cinco inicial-, Thomas Bropleh (5), Pierre Oriola (6), Keye Van der Vuurst (8), Luka Bozic (10), Alexander Madsen (4) y Michael Caicedo.
Árbitros: Carlos Peruga, Jorge Martínez y Andrés Fernández. Sin eliminados por faltas personales.
Incidencias: Partido correspondiente a la 13ª jornada (última de 2024) de la Liga Endesa masculina de baloncesto disputado en el Palau Olímpic de Badalona.
Foto: Fátima Vidal.
