Toca volver

Faro de Vigo
Han pasado unas semanas, tiempo suficiente para lamerse las heridas del descenso. Tiempo suficiente para recuperarse y pensar ya el nuevo proyecto, tras una temporada difícil en la que no se cumplió el objetivo de la permanencia. Jugadoras y club preparaban la temporada con la idea de no sufrir, al menos de no sufrir tanto como en la 23/24. No pudo ser, se sufrió, se llegó a la última jornada con posibilidades de caer al descenso y ocurrió. La temporada 2025/2026 Celta Baloncesto jugará de nuevo en Liga Femenina Challenge. Sirvan estas líneas como recapitulación y cierre de la temporada.
Renovación de plantilla
En verano hubo una gran reconstrucción del equipo, solo tres jugadoras repetían respecto a la temporada pasada: Sara Vidal, Maimouna Haidara y Clementine Samson. Club y cuerpo técnico transmitían, y parecían convencidos de ello, que la plantilla era mejor que la del curso pasado. Desde fuera no se veía igual. Eran significativos dos movimientos. Había salido Musa, proclamada jugara revelación de la Liga Femenina Endesa 23/24, y volvía al equipo Luize Sila, de la que no se recordaba en Navia un nivel excelso en LF Challenge en la temporada del ascenso. Llegaba también la nigeriana, Blessing Ejiofor, a la que pudimos ver con su selección en unos Juegos Olímpicos por los que pasó sin pena ni gloria. Tocaba confiar en los aciertos de la dirección deportiva, en lo que veía el cuerpo técnico en las sesiones de pretemporada y en que las que continuaban tuviesen un papel relevante. Es de justicia decir aquí que, Luize Sila cumplió, mejorando las prestaciones de su primera etapa, con una temporada correcta, una buena cantidad de minutos, una entrega nunca discutida y una buena efectividad en el tiro de tres.
Ya en competición, Blessing tardó en incorporarse al club y el equipo se veía justo de rotación, tamaño y kilos. Pero, se ganó pronto. La primera victoria de la temporada no se hizo esperar tanto como en la temporada de debut en Liga Femenina Endesa, llegó en la jornada cuatro. Como no, en Navia, frente IDK. En la octava, llegó, de nuevo en Navia, el segundo triunfo, ante Araski. En el décimo encuentro, en jornada intersemanal, se escapó una victoria en Navia frente a Casademont Zaragoza, que bien podía haber caído del lado local. A la jornada siguiente gran triunfo en Lugo. Y en la decimocuarta fecha, en otro derbi, se venció a Baxi Ferrol en casa. Se cerraba la primera vuelta con cuatro victorias y once derrotas. Las sensaciones no eran buenas. En los últimos días de enero se ganaron dos partidos más, en casa frente a Estudiantes y de visita al Príncipe Felipe de Zaragoza, que daban aire al equipo y confianza a la parroquia de Navia.
El parón fatídico
Con seis partidos ganados se llegaba al parón de febrero. Fue el principio del fin. A la vuelta de la ventana de selecciones, seis derrotas consecutivas, algunas frente a rivales en aquel momento directos como IDK, Cadí La Seu o Ensino, llevaron a equipo, jugadoras y afición a un pesimismo generalizado. Se llegaba al tramo decisivo, a cinco jornadas del final, con seis victorias y diecinueve derrotas. El equipo que, acabada la temporada, el director deportivo Carlos Colinas definió como “mentalmente malo” ya no levantó cabeza. Aun así, se ganó a Araski en Vitoria y a Canarias y Ardoi en Navia. Pero la victoria de IDK frente a Valencia y que el club celeste acabase la temporada visitando la Fonteta fue una losa mental demasiado grande, el balón pesaba en cada tiro, se tomaban malas decisiones. Jugadoras y entrenadora veían casi imposible ganar en Valencia, y muy factible que Araski e IDK ganaran sus partidos. Así ocurrió, y Celta Femxa Zorka acabó la temporada en la decimoquinta posición de la clasificación con nueve victorias y veintiuna derrotas y acompañó a Osés Construcción Ardoi en el descenso a la segunda categoría del baloncesto femenino español. Faltó una victoria. Toca rearmarse, y enfrentarse a un nuevo proyecto que también debe ser ilusionante. Pero de eso ya hablaremos próximamente.
Cosas positivas
Todas las temporadas por mal que acaben tienen cosas positivas. Y la más positiva en Celta Femxa Zorka ha sido una vez más: Navia. Impresionante otro año más el polideportivo vigués. Porcentaje de asistencia de espectadores altísimo. Ambientazo partido tras partido. Atmósfera que fue destacada a lo largo del curso por propios y extraños. No se ha cansado el club, en sus publicaciones en redes y también de la mano de Cristina Cantero en cada comparecencia pre y post encuentro y en diferentes declaraciones tanto del presidente Carlos Álvarez como del director deportivo Carlos Colinas de destacar como el ambiente lleva a las jugadoras en volandas. ¿En algún momento habrá sufrido eso como presión negativa alguna de las jugadoras? Ahí dejo la pregunta. Muchos de los entrenadores que visitaban el pabellón e incluso comentaristas y narradores, en las diferentes retransmisiones, destacaron lo que se vive en la caldera de Navia. Han nacido nuevas peñas, las jugadoras de la base y sus familias están ahí partido tras partido. Viendo otros pabellones de la competición, la afición viguesa puede sentirse orgullosa del apoyo que da a su club.
Otra cosa positiva de la temporada, de hecho, ya con ella acabada. Las declaraciones de la entrenadora Cristina Cantero en los días posteriores al descenso y cuando ya el presidente Carlos Álvarez había manifestado que quería su continuidad. Como cuando le dijo a Armando Álvarez en Faro de Vigo: “Duele” “Si acepto el reto (de la nueva temporada), será porque tengo energía para asumirlo” “Estoy vacía. Me he entregado. Más no me ha quedado. Mi conciencia está tranquila en ese aspecto; no con el resultado” “El proceso está siendo más lento de lo que me gustaría. Creo que tengo que cerrar pensamientos, la temporada… Me tengo que quitar la tristeza de encima” “Me da mucha pena e incluso pánico pensar que podemos perder lo que nos ha costado tanto trabajo construir. Todo depende del tema deportivo, no hemos hecho las cosas bien y esa responsabilidad me pesa. Me estoy intentando mentalizar, pero me está costando” O en declaraciones a Xosé Ramón Castro en La Voz de Galicia: “Creo que tengo fuerzas para seguir, pero estoy tan triste que no lo sé” “No solo devolver (a la élite) al equipo, sino al club. Me muevo muy por el club, por lo que es, por la gente que trabaja y es duro.”
Declaraciones muy poco habituales en el deporte de alta competición. Ojalá más deportistas de élite así de implicados con su trabajo, con su club, con su entorno, con sus sentimientos. Gente así en una institución, acerca a la afición a sus equipos y clubs.
