El Hiopos Lleida resiste y sobrevive en el Barris Nord

1 | 2 | 3 | 4 | T | |
---|---|---|---|---|---|
Hiopos Lleida | 17 | 33 | 22 | 25 | 97 |
Casademont Zaragoza | 19 | 24 | 18 | 30 | 91 |

Hiopos Lleida
97
1 | 2 | 3 | 4 | T | |
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Hiopos Lleida | 17 | 33 | 22 | 25 | 97 |
Casademont Zaragoza | 19 | 24 | 18 | 30 | 91 |
91

Casademont Zaragoza

Hiopos Lleida
97
-
91

Casademont Zaragoza
-
Q1
17- 19
-
Q2
33- 24
-
Q3
22- 18
-
Q4
25- 30
Hay tardes en las que un equipo no solo gana, sino que se reafirma. Tardes en las que no basta con jugar bien, sino que hay que morder, sufrir y encontrar en el barro las respuestas que los números no dan. Lo hizo el Hiopos Lleida este domingo en Barris Nord, donde, después de cuatro derrotas consecutivas, se aferró a su orgullo y a un pabellón que rugió como en sus mejores tiempos para imponerse a un Casademont Zaragoza que creyó en la victoria hasta el último minuto.
Fue un partido de resistencia, de instinto y de carácter. De esos que se juegan con el cuchillo entre los dientes. Y ahí, en el alambre, en el momento donde los partidos no se ganan con táctica sino con coraje, el Hiopos Lleida encontró a sus héroes: James Batemon (22 puntos) y Luka Bozic (20), cada uno a su manera, cada uno en su momento, sostuvieron a un equipo que decidió que ya había sido derrotado demasiadas veces.
Un inicio de pesadilla
La tarde, sin embargo, no empezó bien. En apenas tres minutos, el Casademont Zaragoza firmó un inicio de partido digno de un francotirador de élite: cuatro triples consecutivos que dejaron al Hiopos Lleida temblando (2-12, min. 3). Gerard Encuentra, que ha visto ya demasiados inicios dubitativos esta temporada, no esperó más y paró el partido.
La charla surtió efecto. Los leridanos se sacudieron los nervios y, empujados por un imponente Johnny Hamilton (ocho puntos en el primer cuarto), comenzaron a recuperar el pulso. Poco a poco, golpe a golpe, canasta a canasta, el Hiopos Lleida fue reduciendo la ventaja hasta cerrar el primer cuarto solo dos puntos por debajo (17-19).
Explosión ofensiva y un Barris Nord encendido
Si el primer cuarto fue una batalla por la supervivencia, el segundo fue un festival de pólvora. En apenas cinco minutos, los dos equipos se enzarzaron en un intercambio de triples digno de un duelo del salvaje oeste: cuatro por cada lado, cada cual más lejano y espectacular. El partido se convertía en un caos ordenado, un escenario donde los valientes reinan y los cobardes se esconden.
Fue en ese momento cuando el Hiopos Lleida tomó el control. Con Bozic marcando el tempo y Batemon castigando en cada posesión, los locales aceleraron el ritmo y asfixiaron a un Zaragoza que comenzó a verse superado. Encuentra olió la sangre y exigió más. El resultado: un parcial de 11-0 que hizo explotar Barris Nord y obligó a Porfi Fisac a pedir dos tiempos muertos en apenas tres minutos (40-31, min. 16).
Los aragoneses intentaron recomponerse con la clase de Santi Yusta, pero el daño ya estaba hecho. Al descanso, el Hiopos Lleida mandaba en el marcador (50-45).
Liderazgo y temple en la segunda mitad
Si la primera parte fue puro espectáculo, la segunda exigía temple. No bastaba con jugar bien, había que gestionar la ventaja con inteligencia. Y ahí, en esa zona gris donde muchos equipos se desmoronan, el Hiopos Lleida supo mantenerse en pie.
Luka Bozic, que parece entender los partidos como un ajedrecista en mitad de una partida crucial, decidió que era su momento. Seis puntos consecutivos del croata sirvieron para contrarrestar los intentos de reacción del Zaragoza y ampliar la renta hasta los once puntos al final del tercer cuarto (72-61).
Sin embargo, como en toda buena historia de baloncesto, el partido aún guardaba una última emboscada.
Un último cuarto de locura y un héroe inesperado
Casademont Zaragoza no se había rendido. Lo demostró en el inicio del último cuarto, donde apareció Trae Bell–Haynes para recordar que el partido aún estaba abierto. Nueve puntos en apenas cuatro minutos y, de repente, el encuentro se apretaba de nuevo (80-76, min. 34).
Los nervios afloraron en el Hiopos Lleida, que encadenó varias imprecisiones que dieron alas a los aragoneses. Dos triples de Sulejmanovic y González redujeron la diferencia a un solo punto y en el pabellón se instaló el miedo.
Pero fue entonces cuando llegó el héroe inesperado. Oriol Paulí, que hasta ese momento había pasado más desapercibido, decidió que era su turno. En un minuto frenético, el alero catalán anotó siete puntos seguidos que devolvieron el oxígeno a su equipo y le dieron la ventaja suficiente para cerrar el partido sin más sobresaltos.
Cuando sonó la bocina, Barris Nord estalló. La victoria, más que una victoria en la clasificación, era un bálsamo para un equipo que necesitaba creer. Y esa tarde, por fin, volvió a hacerlo.
El Hiopos Lleida sigue en la lucha. No será fácil, nunca lo ha sido. Pero partidos como este recuerdan que aún hay batalla por delante, que mientras haya corazón, el baloncesto siempre deja una puerta abierta a la épica.
Y el domingo, en Barris Nord, se demostró que este equipo sigue dispuesto a pelear hasta el final. Esto es baloncesto, esto es la Liga Endesa.
Ficha técnica
97 – Hiopos Lleida (17+33+22+25): Villar (8), Paulí (16), Madsen (3), Oriola (-), Hasbrouck() – cinco inicial- Batemon (22), Walden (8), Bropleh (2), Hamilton (11), Bozic (20) y Muric (7).
91 – Casademont Zaragoza (19+24+18+30): Bell-Haynes (15), Yusta (20), Dubljevic (4), Sulejmanovic (15), Dimsa (3) -cinco inicial- Spissu (6), AJ Slaughter (12), González (9), Mencía (2), Watson (5) y Fernández (-).
Árbitros: Emilio Pérez, Joaquín García y Andrés Fernández. Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo segunda jornada de la fase regular de la Liga Endesa disputado en Barris Nord (Lleida) ante 5671 espectadores.
Foto: ACB/photo
