Milagros a Chemnitz

A ver cómo hacemos esto porque mientras escribo esta previa sigo con resaca emocional del finde que he pasado en Lugo, os recuerdo que tenéis mi crónica del partido contra el Breogán en la página, pero bueno, habrá que pasar página y centrarnos en el siguiente partido. Este miércoles 3 de Abril nos toca disputar el partido más difícil moralmente para el equipo, el partido de vuelta de la semifinal de la FIBA Europe Cup en el que el equipo bilbaíno deberá coger un avión y algún que otro bus para visitar la ciudad alemana de Chemnitz.
Así, como recordatorio, en el partido de ida disputado el 27 de Marzo en Miribilla, el Niners de Chemnitz demostró que aunque tenga un quinteto pequeño es físicamente muy superior a nuestro equipo, gracias a ello consiguieron conquistar el Bilbao Arena ganando de 25 con un resultado final de 73 a 98 (también tenéis la crónica de este partido en la página aunque voy a hacer un poco el resúmen de este ahora).
El partido de ida empezó increíble, con un Bilbao Basket motivadísimo intentando romper el encuentro desde el minuto 1. Lo que la afición bilbaína no sabía es que nuestros rivales estaban carburando y a partir del segundo cuarto empezaron a ser una auténtica apisonadora física, con un ataque ultra dinámico y una defensa dura hasta el límite y un poco más. La verdad es que la derrota me mosqueó, obviamente, pero no fue para tanto, los alemanes demostraron una superioridad que muy pocas veces he visto en Miribilla y contra este tipo de actuaciones lo que hay que hacer es quitarse el sombrero y aplaudir. Prefiero perder así que contra un equipo al que le ayuda un trío de señores con silbato, si me habéis escuchado ya sabéis a qué partido jugado en Miribilla a principio de temporada me refiero.
Nuestros mayores problemas del pasado miércoles, obviando el que acabamos entrando a su juego, tuvieron nombre y apellidos y de entre todos su mayor representante fue el jugador exterior estadounidense DeAndre Lansdowne, el cual fue capaz de acabar el encuentro con 22 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias lo que hizo que con él en pista el más menos del equipo fuera de 21 puntos. Por otro lado, otro de los problemas es que nuestros jugadores interiores no supieron aprovechar su superioridad de centímetros para hacer sangre.
Aferremonos a un clavo ardiendo
Con todo esto, ¿cómo van a tener que encarar los chicos de Jaume Ponsarnau para aferrarse a la esperanza de remontar 25 puntos en Alemania? Pues el entrenador lo dejó claro, no vamos a tener que entrar a su juego y vamos a tener que tirar de nuestros jugadores más veteranos, como pueden ser Alex Renfroe (al que creo que esta temporada se le está haciendo demasiado larga) o Xavi Rabaseda, para hacer un juego inteligente y dominar el encuentro para hacer que los alemanes no se nos suban a la chepa.
Por lo demás no tengo nada que decir, siempre hay algo de esperanza pero lo visto en Miribilla me cierra casi todas las puertas, así que creo que hasta aquí hemos llegado. La canción de esta jornada es Jaia de Skalariak, una joyita que llevo toda la semana santa escuchando sin parar. Nos vemos en la crónica de este partido, agur!
(Imagen de la FIBA Europe Cup)
